El sentimiento de catalanismo, cercenado por la conquista de Felipe V, en el siglo XVIII, y que arrastra desde entonces un amplio abanico de sanciones políticas y económicas, dirigidas a la borrar el carácter autóctono cultural de Cataluña, aún se extiende hasta hoy día, bajo un ciclo de gobiernos amparados en una transición que regenero el régimen franquista en el régimen del 78: una "democracia" disfrazada bajo leyes que refuerzan la monarquía y las fuerzas políticas que sostienen el capitalismo.
Aún, hoy en día, bajo el paraguas del centralismo españolista, que se cree con el derecho de establecer leyes desde Madrid, como forzado epicentro del nuevo colonialismo contemporáneo.
Incluso, el PCE nunca supo comprender la situación de Cataluña, Euskadi y Galicia, muy a pesar de las reflexiones de Dolores Ibárruri, en los años 70. Esa incomprensión ha contagiado del mismo irracional raciocinio a IU por tantos años y que lo manifiesta con mayores contradicciones últimamente, como para empujar y apoyar el fraccionamiento de organizaciones, supuestamente hermanas, en Cataluña.
Los mismo que hoy día señalan con sombra criminalizadora, desde IU, el reclamo de autodeterminación en Cataluña, son los que reflejan ese eurocomunismo que desvió al PCE a finales de los 70 y durante los años 80 (incluso para condenar a Cuba por ayudar en la independencia de Angola y que ayudó a la independencia de otros pueblos africanos y a derrotar el Apartheid sudafricano).
Ahora IU demana un modelo federal ¿A qué estilo? ¿Al estilo del izquierdismo (como señaló Lenin), del perjudicial eurocomunismo que termina abdicando de la lucha emancipadora de los pueblos... o respetará la voluntad del pueblo catalán?
Izquierda Unida no es referente fidedigno para sancionar el llamado "procès" catalán ni jugará papel alguno en la solución política de este tema, mientras mantenga actitudes como las sostenidas hasta ahora.
El artículo es la visión de IU del tema catalán.
Por lo que creo que el tratamiento "noticioso" tan equidistante que se le da en el artículo, se vuelve irrespetuoso con el pueblo catalán y duele ver que es publicado en Prensa Latina.