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Las puntitas
Andar de puntitas tiene muchos significados entre los hispanohablantes. En particular, los mucho significados que los latinos damos a las frases llevan, como en este caso, de la buena cuna a la indecencia; entre las mujeres, va de la vida a la muerte. Una mujer anda de puntitas cuando duermen los niños; mi madre lo hacía y nos hacía andar así cuando mi papá dormía su interminable siesta dominguera. Pero también lo hace cuando desea no ser pillada en cierta acción, quedando de manifiesto que las maneras son tan universales e incluyentes que se prestan a todo mundo. Las puntitas de una dama la llevarán al estrellato o al paraíso: En el primer caso si alcanza la perfección en el ballet; en el segundo, si no alcanza la acera de enfrente en su loca carrera por cruzar la calle. Cuando una mujer se dispone a correr so pena de ser atropellada por cierto vehículo relativamente cercano, todos se dan cuenta, excepto ella. Estira el torso, saca el cuello hacia adelante, tensa las manos y alarga los dedos; aprieta su bolso y se pone de puntas; si el coche ha tenido a bien detenerse, es probable que a esas alturas la dama empiece a “correr” o, en su defecto, no pueda hacerlo nunca más. Por razones insondables, una chica a media calle usa solamente sus dedos para apoyarse, cuando la situación le demanda el mayor impulso posible. En lugar de iniciar una carrera, apenas logra cierto brinco entre tímido y gracioso que mejor la llevará a una obra plástica que a salvar su vida. Cada día obran milagros en las calles cuando todas esas bailarinas urbanas llegan sanas y salvas al otro lado. Es más, arriban agitadas a la otra acera, pero con una gran satisfacción en su alma por la hazaña alcanzada: Claro, no cualquiera salva su vida en esta selva de asfalto. .(Javascript debe estar habilitado para ver esta direccion de correo)/*= 0)out += unescape(l[i].replace(/^\s\s*/, '
Andar de puntitas tiene muchos significados entre los hispanohablantes. En particular, los mucho significados que los latinos damos a las frases llevan, como en este caso, de la buena cuna a la indecencia; entre las mujeres, va de la vida a la muerte. Una mujer anda de puntitas cuando duermen los niños; mi madre lo hacía y nos hacía andar así cuando mi papá dormía su interminable siesta dominguera. Pero también lo hace cuando desea no ser pillada en cierta acción, quedando de manifiesto que las maneras son tan universales e incluyentes que se prestan a todo mundo. Las puntitas de una dama la llevarán al estrellato o al paraíso: En el primer caso si alcanza la perfección en el ballet; en el segundo, si no alcanza la acera de enfrente en su loca carrera por cruzar la calle. Cuando una mujer se dispone a correr so pena de ser atropellada por cierto vehículo relativamente cercano, todos se dan cuenta, excepto ella. Estira el torso, saca el cuello hacia adelante, tensa las manos y alarga los dedos; aprieta su bolso y se pone de puntas; si el coche ha tenido a bien detenerse, es probable que a esas alturas la dama empiece a “correr” o, en su defecto, no pueda hacerlo nunca más. Por razones insondables, una chica a media calle usa solamente sus dedos para apoyarse, cuando la situación le demanda el mayor impulso posible. En lugar de iniciar una carrera, apenas logra cierto brinco entre tímido y gracioso que mejor la llevará a una obra plástica que a salvar su vida. Cada día obran milagros en las calles cuando todas esas bailarinas urbanas llegan sanas y salvas al otro lado. Es más, arriban agitadas a la otra acera, pero con una gran satisfacción en su alma por la hazaña alcanzada: Claro, no cualquiera salva su vida en esta selva de asfalto. .(Javascript debe estar habilitado para ver esta direccion de correo)/*= 0)out += unescape(l[i].replace(/^\s\s*/, '

Issue #1
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- Reported
- Jun 14, 2017